En la tradición taoísta, el "Jing" es uno de los tres tesoros esenciales que componen la energía vital del ser humano. Junto con el "Qi" (energía vital) y el "Shen" (espíritu), el Jing constituye la base de la alquimia interna taoísta, una práctica centrada en cultivar y transformar estas energías para alcanzar la longevidad, la salud y, eventualmente, la iluminación espiritual.